NACIONALES
13 de Marzo de 2025
La protesta de los Jubilados desató la mayor represión del Gobierno

La habitual marcha de los miércoles convocada para rechazar el ajuste a los jubilados, a la que en esta oportunidad se sumaron hinchas de distintos equipos de fútbol y agrupaciones de izquierda, derivó en la mayor represión policial desde que Javier Milei llegó a la Presidencia, en diciembre de 2023. Se registraron decenas de heridos, uno de ellos de extrema gravedad. Bullrich dijo que quieren “voltear al Gobierno”.

Se registraron graves incidentes en las inmediaciones del Congreso, donde un masivo operativo de las fuerzas de seguridad impidió a los manifestantes reunirse en un punto de encuentro y dio paso a que grupos violentos se enfrentaran con policías y gendarmes, que los dispersaron utilizando gases y detonaciones de balas de goma.

Los incidentes tuvieron lugar mientras sesionaba la Cámara de Diputados y terminaron con más de 120 manifestantes detenidos y una jubilada de 87 años, Beatriz Bianco, herida de consideración tras haber golpeado la cabeza contra el piso, como consecuencia de un empujón que le propinó un efectivo en la esquina de Callao y Rivadavia cuando quiso sacársela de encima.

A su vez, el fotógrafo Pablo Grillo recibió el impacto de una cápsula de gas en el cráneo y luchaba por su vida en el hospital Ramos Mejía, donde fue intervenido, confirmaron fuentes oficiales. Mientras que un policía de la Ciudad debió ser operado por una herida de arma de fuego.

En un comunicado difundido por el Ministerio de Seguridad se dieron a conocer datos específicos sobre detenidos y heridos durante el operativo de seguridad. Las Fuerzas Federales detuvieron a 25 personas y la Policía de la Ciudad aprehendió a 99. Los enfrentamientos dejaron 26 agentes heridos, uno de ellos con una herida de arma de fuego que requirió cirugía. Además, el SAME reportó 20 manifestantes lesionados, algunos trasladados a los hospitales Argerich y Ramos Mejía, donde uno permanece en grave estado.

Al otro lado de la plaza del Congreso, un patrullero de la Policía de la Ciudad fue dado vuelta e incendiado. La misma suerte corrieron decenas de contenedores de basura. La presencia de integrantes de hinchadas de fútbol, que se autoconvocaron luego de que la semana pasada hicieron cabeza de playa los simpatizantes de Chacarita, le otorgó a la manifestación un tenor mucho más áspero que las pacíficas protestas de los jubilados.

También la numerosa cantidad de efectivos -más de 1000- le imprimió a la protesta una dimensión que fue más allá de la anunciada aplicación del protocolo antipiquetes. Eso se terminó plasmando en la inédita cantidad de detenidos para una manifestación callejera.

La manifestación fue monitoreada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien entrada la noche aseguró: “Lo de hoy es de una gravedad inigualable. Muchas de las personas que vinieron a esta marcha, barras, agrupaciones de izquierda, miembros de agrupaciones kirchneristas, distinta gente que se nuclea políticamente para voltear al gobierno, vinieron preparados para matar”, dijo.

Si bien LA NACION no pudo constatar la presencia de los jefes de las barras, en la zona del Congreso se multiplicaron camisetas de Boca, River, Independiente, Racing, Estudiantes, Gimnasia, Argentinos, Tigre, Lanús, Ferro, All Boys, Atlanta, Temperley, Almirante Brown, Excursionistas, Deportivo Morón, Quilmes, Nueva Chicago y Los Andes, entre otros clubes. Las principales consignas decían “estamos con los jubilados”. También se vieron banderas del Movimiento Peronista Riverplatense y de los Hinchas de Gimnasia Autoconvocados.

En este escenario, el trabajo de la prensa se vio notoriamente dificultado. El cronista de LN+ Ramiro Fornataro y su colega de la señal TN Manu Jove fueron agredidos por manifestantes. “Nos echaron, nos corrieron. Estábamos sobre Moreno. Eran unos pocos los que nos empezaron increpar. Estuvimos la mayoría del tiempo ahí. Había muchos jubilados, personas con camisetas de fútbol. Y, de un momento a otro, una minoría comenzó a hacer ruido, se les sumaron otros y avanzaron”, relató Fornataro.

En Entre Ríos y Rivadavia, uno de los focos de conflicto más activos durante la tarde, aparecieron en escena dos sectores: uno más pequeño que llegó a cuenta gotas con cánticos contra el oficialismo y otro integrado por barras y encapuchados que avanzó a fuerza de piedrazos y quema de contenedores de basura, lo que desató un combate con los efectivos de Gendarmería que allí se ubicaban. “Nos está haciendo mierda a los jubilados, a los enfermos, a los que no tienen remedio, a todos”, gritó Claudio, un mecánico de 65 años.

Otro grupo mayoritario de la manifestación se apostó en la esquina de Entre Ríos e Hipólito Yrigoyen, a metros del ingreso al Senado. Tras la orden del jefe del operativo, la infantería y la policía motorizada reprimieron con balas de goma y gases lacrimógenos, una maniobra que fue escoltada por los camiones hidrantes. Los manifestantes respondieron tirando objetos, pero fueron repelidos. Entre ellos se desplegaron banderas del Movimiento Evita y de la UTEP, el espacio que fundó Juan Grabois.

 

APF

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